Al día siguiente, la noticia de que Jesús iba camino a Jerusalén corrió por toda la ciudad. Una gran multitud de visitantes que habían venido para la Pascua tomaron ramas de palmera y salieron al camino para recibirlo. Gritaban: ¡Alabado sea Dios! ¡Bendiciones al que viene en el nombre del Señor! ¡Viva el Rey de Israel!» Juan 12:12-13
Entonces los fariseos se dijeron unos a otros: «Ya no hay nada que podamos hacer. ¡Miren, todo el mundo se va tras él!».Juan 12:19
De la misma manera tomó la copa después de la cena, y dijo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que es derramada por ustedes. Lucas 22:20
»Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros. Juan 13:34
ESTO SERÍA EL COMPORTAMIENTO GENERAL Y LA NUEVA MORAL DEL NUEVO PACTO.
Padre, si quieres, te pido que quites esta copa de sufrimiento de mí. Sin embargo, quiero que se haga tu voluntad, no la mía». Lucas 22:42
Entonces todos sus discípulos lo abandonaron y huyeron. Un joven que los seguía solamente llevaba puesta una camisa de noche de lino. Cuando la turba intentó agarrarlo, su camisa de noche se deslizó y huyó desnudo. Marcos 14:50-52
Llevaron a Jesús a la casa del sumo sacerdote, donde se habían reunido los principales sacerdotes, los ancianos y los maestros de la ley religiosa. Marcos 14:53
Pero Jesús se quedó callado y no contestó nada. ¿Eres el Cristo, el Hijo del Bendito? le preguntó de nuevo el sumo sacerdote. Sí, yo soy dijo Jesús Y ustedes verán al Hijo del hombre sentado a la derecha del Todopoderoso, y viniendo en las nubes del cielo. ¿Para qué necesitamos más testigos? dijo el sumo sacerdote, rasgándose las vestiduras ¡Ustedes han oído la blasfemia! ¿Qué les parece? Todos ellos lo condenaron como digno de muerte. Algunos comenzaron a escupirle; le vendaron los ojos y le daban puñetazos. ¡Profetiza! le gritaban. Los guardias también le daban bofetadas. Marcos 14:61-65
Así que Pilato salió a interrogarlos: ¿De qué delito acusan a este hombre? Si no fuera un malhechor respondieron, no te lo habríamos entregado. Pues llévenselo ustedes y júzguenlo según su propia ley les dijo Pilato. Nosotros no tenemos ninguna autoridad para ejecutar a nadie objetaron los judíos. Juan 18:29-31
Entonces Pilato declaró a los jefes de los sacerdotes y a la multitud: No encuentro que este hombre sea culpable de nada. Pero ellos insistían: Con sus enseñanzas agita al pueblo por toda Judea. Comenzó en Galilea y ha llegado hasta aquí. Al oír esto, Pilato preguntó si el hombre era galileo. Cuando se enteró de que pertenecía a la jurisdicción de Herodes, se lo mandó a él, ya que en aquellos días también Herodes estaba en Jerusalén. Lucas 23:4-7
Al ver a Jesús, Herodes se puso muy contento; hacía tiempo que quería verlo por lo que oía acerca de él, y esperaba presenciar algún milagro que hiciera Jesús. Lucas 23:8
Entonces Herodes y sus soldados, con desprecio y burlas, le pusieron un manto lujoso y lo mandaron de vuelta a Pilato. Pilato entonces reunió a los jefes de los sacerdotes, a los gobernantes y al pueblo, y les dijo: Ustedes me trajeron a este hombre acusado de fomentar la rebelión entre el pueblo, pero resulta que lo he interrogado delante de ustedes sin encontrar que sea culpable de lo que ustedes lo acusan. Y es claro que tampoco Herodes lo ha juzgado culpable, puesto que nos lo devolvió. Como pueden ver, no ha cometido ningún delito que merezca la muerte, así que le daré una paliza y después lo soltaré. Lucas 23:11, 13-16
Al oír esto, Pilato se atemorizó aún más, así que entró de nuevo en el palacio y le preguntó a Jesús: ¿De dónde eres tú? Pero Jesús no le contestó nada. ¿Te niegas a hablarme? le dijo Pilato ¿No te das cuenta de que tengo poder para ponerte en libertad o para mandar que te crucifiquen? No tendrías ningún poder sobre mí si no se te hubiera dado de arriba le contestó Jesús. Juan 19:8-11
Desde entonces Pilato procuraba poner en libertad a Jesús, pero los judíos gritaban desaforadamente: Si dejas en libertad a este hombre, no eres amigo del emperador. Cualquiera que pretende ser rey se hace su enemigo. Juan 19:12
Al oír esto, Pilato llevó a Jesús hacia fuera y se sentó en el tribunal, en un lugar al que llamaban el Empedrado (que en arameo se dice Gabatá). Era el día de la preparación para la Pascua, cerca del mediodía. Aquí tienen a su rey dijo Pilato a los judíos. ¡Fuera! ¡Fuera! ¡Crucifícalo! vociferaron. ¿Acaso voy a crucificar a su rey? replicó Pilato. No tenemos más rey que el emperador romano contestaron los jefes de los sacerdotes. Entonces Pilato se lo entregó para que lo crucificaran, y los soldados se lo llevaron. Juan 19:13-16
Después de esto, José de Arimatea le pidió a Pilato el cuerpo de Jesús. José era discípulo de Jesús, aunque en secreto por miedo a los judíos. Con el permiso de Pilato, fue y retiró el cuerpo. También Nicodemo, el que antes había visitado a Jesús de noche, llegó con unos treinta y cuatro kilos de una mezcla de mirra y áloe. Ambos tomaron el cuerpo de Jesús y, conforme a la costumbre judía de dar sepultura, lo envolvieron en vendas con las especias aromáticas. Juan 19:38-40
¿POR QUÉ ESTÁN PREPARANDO EL CUERPO DE JESÚS?
¡PORQUE ESTÁN ESPERANDO QUE JESÚS PERMANEZCA MUERTO!
Al día siguiente, después del día de la preparación, los jefes de los sacerdotes y los fariseos se presentaron ante Pilato. Señor le dijeron, nosotros recordamos que mientras ese engañador aún vivía, dijo: “A los tres días resucitaré”. Por eso, ordene usted que se selle el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vengan sus discípulos, se roben el cuerpo y le digan al pueblo que ha resucitado. Ese último engaño sería peor que el primero. Mateo 27:62-64
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