
Chillé como golondrina, como grulla; ¡me quejé como paloma! Mis ojos se cansaron de mirar al cielo. ¡Angustiado estoy, Señor! ¡Acude en mi ayuda! Isaías 38:14
A los seis meses, Dios envió al ángel Gabriel a Nazaret, pueblo de Galilea, 27 a visitar a una joven virgen comprometida para casarse con un hombre que se llamaba José, descendiente de David. La virgen se llamaba María. 28 El ángel se acercó a ella y le dijo: —¡Te saludo, tú que has recibido el favor de Dios! El Señor está contigo. 29 Ante estas palabras, María se perturbó, y se preguntaba qué podría significar este saludo. 30 —No tengas miedo, María; Dios te ha concedido su favor —le dijo el ángel—. Lucas 1:26-30
1.- DEJA IR TU NECESIDAD DE CONTROLAR LA SITUACIÓN.
¿Cómo podrá suceder esto —le preguntó María al ángel—, puesto que soy virgen?... Porque para Dios no hay nada imposible. Lucas 1:34, 37
Aquí tienes a la sierva del Señor —contestó María—. Que él haga conmigo como me has dicho. Con esto, el ángel la dejó. Lucas 1:38
Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Proverbios 3:5
El Señor cumplirá en mí su propósito. Tu gran amor, Señor, perdura para siempre; ¡no abandones la obra de tus manos! Salmos 138:8
LOS PLANES DE DIOS SON
•Más grandes que tus planes
•Más difíciles y dolorosos
•Mejores para tu vida.
2.- PERMITE QUE OTROS TE AYUDEN.
A los pocos días María emprendió el viaje y se fue de prisa a un pueblo en la región montañosa de Judea. Al llegar, entró en casa de Zacarías y saludó a Elisabet. Lucas 1:39-40
La verdad, «más valen dos que uno», porque sacan más provecho de lo que hacen.Además, si uno de ellos se tropieza, el otro puede levantarlo. Pero ¡pobre del que cae y no tiene quien lo ayude a levantarse! Eclesiastés 4:9-10
3.- PERMITE QUE DIOS TE DE SU FUERZA.
¡Dichosa tú que has creído, porque lo que el Señor te ha dicho se cumplirá! Lucas 1:45
Cuando cruces las aguas, yo estaré contigo; cuando cruces los ríos, no te cubrirán sus aguas; cuando camines por el fuego, no te quemarás ni te abrasarán las llamas. Isaías 43:2
¿DÓNDE ENCONTRAMOS LA FUERZA?
•LA ENCUENTRAS CUANDO ADORAS A DIOS POR SU BONDAD.
Entonces dijo María: —Mi alma glorifica al Señor, 47 y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador, Lucas 1:46-47
•2.- LA ENCUENTRAS CUANDO MEDITAS EN LA PALABRA DE DIOS.
María, por su parte, guardaba todas estas cosas en su corazón y meditaba acerca de ellas. Lucas 2:19
¡Me siento muy mal! Me siento como si estuviera en un campo del que ya se ha recogido todo el fruto…. En cuanto a mí, busco la ayuda del Señor. Espero confiadamente que Dios me salve, y con seguridad mi Dios me oirá. Miqueas 7:1, 7
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