DECISONESQUESANANTUVIDA-Cuando Jesús nos Sana

No tenemos que seguir viviendo en el pasado.
Nuestro pasado no tiene por qué paralizar nuestro futuro.

Unos hombres llegaron cargando a un paralítico en una camilla. Trataron de llevarlo dentro a donde estaba Jesús, Lucas 5:18

pero no pudieron acercarse a él debido a la multitud. Entonces subieron al techo y quitaron algunas tejas. Luego bajaron al enfermo en su camilla hasta ponerlo en medio de la multitud, justo frente a Jesús. Lucas 5:19

Cuando Jesús vio la gran confianza que aquellos hombres tenían en él, le dijo al enfermo: Lucas 5:20a

Para recibir sanidad rodéate de personas que te acerquen a Dios.

“… Ten ánimo, hijo…” Mateo 9:2b

Cuando Jesús me sana, calma mis miedos

“ten ánimo, hijo, tus pecados…” Mateo 9:2

Cuando Jesús me sana, se dirige a la raíz del mi problema, el corazón.

Confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados. Santiago 5:16

¡Ten animo, hijo; tus pecados quedan perdonados! Mateo 9:2

Algunos de los maestros de la ley murmuraron entre ellos: «¡Este hombre blasfema!» Mateo 9:3

Como Jesús conocía sus pensamientos, les dijo: ¿Por qué dan lugar a tan malos pensamientos? ¿Qué es más fácil, decir: “Tus pecados quedan perdonados”, o decir: “Levántate y anda”? Mateo 9:4-5

Pues para que sepan que el Hijo del hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados se dirigió entonces al paralítico: Mateo 9:6

Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa. Y el hombre se levantó y se fue a su casa. Mateo 9:7

Cuando Jesús me sana, me desafía hacer algo nuevo en mi vida.

No podemos vivir el presente porque estamos paralizados en el pasado.

Seguir a Jesús siempre hay un sacrifico que debemos hacer.

Al ver esto, la multitud se llenó de temor y glorificó a Dios por haber dado tal autoridad a los mortales. Mateo 9:8